Te fuiste como viniste, sin un “te amo”
No te olvides de que yo, mujer, hice de ti mi amo
Te amé de mi piel palpitante, de mi cuerpo enamorado.
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Devuélveme la llave, de ese amor que te he otorgado
y no te olvides nunca, que mi lugar, secreto y añorado
tan solo ha sido tuyo, aunque lo hayas despreciado.
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Devuélveme la llave, esa que tan solo tú, has encontrado
con la cual entraste en mí, atándome de pies y manos
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Te lo ruego abre la puerta, de mi mundo encantado
que fue salvaje, cierto, pero solo tuyo y soberano
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Sal de mí te imploro, devuélveme mi cuerpo
que tu cobarde huida ha deshonorado
y se encuentra perdido, lleno de ti, desesperado!
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Como un ladrón en la noche entraste en mí, y me has despojado
de mi dignidad femenina, cual esencia me ha caracterizado
esa que por doquier siempre he llevado
haciendo de mí la más hermosa, la que muchos, han deseado.
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Y al dolor de haberte perdido se suma, la humillación de una dama,
así que cabizbaja ando…vergonzosa de mi hazaña.
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Quieres descubrir lugares, otros nuevos y encantados
o tan solo enterrar tus sueños, porque tu tiempo ha terminado.
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No te lleves esa llave, la de mis ensueños para ti olvidados
el tiempo que me pertenece, lo siento, todavía no está agotado.
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Solo me queda decirte, que yo no siendo nadie, y tú el más adulado
en ningún caso fuiste digno, de mi piel, ni besarme de tus labios.
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Contigo Mi Señor a muerto, y junto a él, mi Padre amado.
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María José Sevilla.
Ginebra el 19 de mayo 2019